En los últimos años han habido casos preocupantes sobre la salud mental en jóvenes universitarios en el país, el estrés académico, la presión de la familia y la falta de apoyo pueden ser factores que están alimentando esta crisis.
Fuente: Andina
Esto preocupa más si vemos las estadísticas, el 85% de universidades peruanas reportan que sus estudiantes tienen fuertes problemas de salud mental, 82% ansiedad y 79% estrés, según una nota publicada por el Ministerio de Educación en abril de 2021. Cifras alarmantes que reflejan el estado mental de los estudiantes. Por su parte, el Ministerio de Salud informó en octubre de 2020 que tras la pandemia y con ello el retorno a las clases contribuyeron a un desgaste mental donde el 35% de los jóvenes presentaron estados depresivos.
El estrés académico es uno de los factores más comunes pero esto engloba mucho más, según Antoinette Rodriguez Psicóloga en neurología.
Fuente: Andina
Otro factor que influye en el estudiante es la estigmatización sobre ir a terapia como también a la falta de conocimiento sobre el tema como también la economía del mismo, según Antoinette Rodriguez
Se habla mucho de los estudiantes y el cómo se sienten y se manejan pero ¿qué rol tienen las universidades e instituciones en esto?
Con todos los casos que estás pasando últimamente es claro que no se están identificandooslo las señales de alerta. ¿Estarán los profesores y el personal administrativo preparados para afrontar estas situaciones y detectar señales de alerta?
Charlas de reflexión periódicas, capacitación de los docentes, promoción de líneas de ayuda como el 113 y algunos servicios del Minsa son opciones hacia una propuesta de mejora.
La salud mental en los jóvenes universitarios tiene que ser prioridad donde las instituciones tienen un rol importante acompañando al universitario en todo momento, necesita crear un modelo de conversación, no sólo de evaluación y visibilizar que el pedir ayuda es normal y saludable. Las presiones académicas, sociales y académicas, sumadas al estigma que hay están afectando a una generación que debería estar formándose en ambientes de apoyo. También los padres tienen que crear ambientes solidarios con los hijos para fortalecer la confianza y prevenir actitudes negativas. Hay datos que muestran que hay señales claras que pasan desapercibidas, la sociedad en general tiene un rol importante: acompañar, escuchar y actuar.
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